La Posada de Urreci ocupa un edificio de finales del siglo XVIII, integrado en un conjunto arquitectónico de igual época, prácticamente deshabitado, pero conservado con mimo por todos sus propietarios. Por eso se ha restaurado atendiendo a la estética de su tiempo.
La mayoría de los muebles datan de la época de Carlos IV, y están combinados con otros de diferentes épocas, pero siempre únicos y escogidos. Todos los textiles son naturales, predominando el lino y el algodón, lo que unido a una restauración basada en la recuperación de elementos originales, crea un ambiente único e inolvidable.
Disponemos de seis habitaciones, así como tres amplios salones. Todas las estancias son diferentes, adaptadas a la morfología original de la casa y la distribución de sus espacios. Los techos de entramado de madera, los baños de ambiente rústico, los suelos de tarima de pino tea, o de baldosas de barro hechas a mano, confieren a cada espacio un identidad personal e irrepetible.
El exterior del edificio se ha convertido ya en un clásico del turismo rural en La Rioja, y en imagen repetida en multitud de publicaciones de todo tipo. Un puente del siglo XVI cruza un pequeño arroyo, que desciende de un bosque de extraordinaria belleza, que rodea la casa y en el que se puede observar casi todas las especies de los ecosistemas ibéricos. Tras la Posada, nuestro jardín rústico exclusivo, y los huertos con los que abastecemos diariamente la cocina.
Con las "estancias exclusivas Urreci", presentamos una nueva forma de disfrutar de su viaje. No es una reserva de habitaciones, ni un alquiler de casa completa, sino una nueva modalidad adaptada a las nuevas demandas de nuestros clientes, que permite alojarse en la Posada de Urreci de forma exclusiva, sin compartirla con nadie, pero disfrutando de todos nuestros servicios.
Servimos desayunos, cenas y comidas para llevar.