Enclavada en una posición privilegiada, Casa Mabe ofrece unas panorámicas inmejorables del Embalse González Lacasa, de los montes y de los bosques que lo rodean. La arquitectura del inmueble aprovecha esta circunstancia.
Un tremendo mirador se abre en una de las esquinas ofreciendo al visitante una de las mejores vistas de La Rioja.
La estética del edificio es otra de sus bazas. Construida en piedra y ladrillo viejo, la casa responde al patrón de construcción rural camerana y se integra plenamente en el entorno de este rincón serrano.
Su interior destaca por su cuidado y confort. La madera es material predominante en el mobiliario, de estilo rústico. En la decoración abundan los utensilios y motivos rurales .
Casa Mabe posee en su planta baja un amplio y acogedor salón-comedor, una cocina totalmente equipada y una habitación doble con baño y TV.
En la primera planta existen tres habitaciones dobles con sus respectivos baños y televisiones, todo ello totalmente exterior y con calefacción central. Tres de las habitaciones están equipadas con cama de matrimonio de 1,50 m, la cuarta dispone de dos camas de 1,05.
El pórtico, decorado con antiguos aperos de labranza, posee rasgos característicos de la arquitectura típica camerana, un asador y una gran mesa para disfruta las comidas al aire libre. Además sirve de enlace entre la planta baja y un cuidado jardín, equipado con hamacas, mesas y sillas. Casa Mabe es una Casa Rural ideal para grupos en el Rasillo de Cameros, en La Rioja.
Situado en La Sierra de Cameros, agreste y montañera, a 43km de Logroño y 1.105m de altitud, El Rasillo ofrece todo lo que a un visitante pueda apetecer en cuanto a sosiego, recreo y actividades al aire libre. El embalse González Lacasa, a tan solo 1km de la villa, permite la práctica de deportes náuticos sin motor y la pesca de la trucha asalmonada.
Los aficionados al senderismo pueden gozar de rutas, como la Majada de los Acebos y el Alto del Agenzana, amparados por una exuberante vegetación de pinares hayedos y rebollares. También los escaladores y espeleólogos pueden disfrutar de vías de todos los niveles. Níscalos, hongos negros y perrochicos son parte de una larga lista de setas que harán las delicias de cualquier micólogo.