Construido en el siglo XV al transformarse la villa en señorío de los Velasco. Por su buen estado de conservación es una de las fortalezas más bellas de La Rioja. Actualmente es propiedad particular.
Está construida en piedra de sillería. Su configuración es parecida al Castillo de Cuzcurrita de Río Tirón, con un recinto exterior rectangular, cubos redondos en las esquinas y flanqueando la puerta de acceso. En el centro del reducto se levanta la torre del homenaje, de planta también rectangular, con torreones octogonales en sus esquinas, coronada con matacanes y almenas.