Situada en el arrabal, a orillas del río Cidacos, esta custodiada por el Palacio Episcopal y el paseo de las Bolas.
En este mismo lugar se construyeron varias iglesias con anterioridad, coincidiendo con la ubicación del martirio de los Santos Emeterio y Celedonio.
Se comienza renovando la anterior, hacia finales del siglo XV y se terminará en el año 1904 con la colocación del retablo del altar mayor, ya que el anterior se quemó en un incendio.
Un amplio atrio precede a la catedral, en el centro de su pavimento está colocada la rosa de los vientos.
La fachada. barroca para algunos, neoclásica para otros, la construyen los hermanos Raón a finales del siglo XVII, principios del XVIII. Está concebida como un retablo de tres cuerpos rematado en un frontón triangular.
En el interior se pueden admirar dieciséis capillas, cada una con sus retablos de estilos diferenciados, el Coro sobre el que se sitúa el Órgano cuya caja fue dorada por José de Goya y el Retablo Mayor bajo el que se aprecian las urnas relicarios de los Santos Mártires.
Adosado al templo se encuentra el claustro, donde se ubica el Museo Diocesano.