El castillo de Arnedo se encuentra en la zona más elevada de un cerro situado en el extremo noreste del casco urbano, con paredes muy escarpadas hacia el sur.
De origen musulmán perteneció a la Familia Banu Qasi en el IX. En el siglo X pasó a manos cristianas varias veces hasta que en el XI su dominio fue definitivo.
Como fortaleza de esa época está construida en un lugar elevado, con gran control visual sobre el valle del Cidacos, como vía de comunicación natural entre el valle del Ebro y la Meseta y como eje vertebrador del poblamiento de la Rioja Baja.
Con forma de triángulo irregular, esta alcazaba ocupa una extensión de aproximadamente 1400 metros cuadrados repartidos en dos plataformas a distinta altura, erigiéndose en más de 60 metros sobre su base.
Su composición es mayoritariamente en mampostería y su formación constructiva, plenamente adaptada al terreno, hace que los cimientos de los muros queden asentados sobre la roca arenisca rojiza.